A todos mis queridos amigos, que tan al tanto me tienen de todo lo que se mueve en Internet, encantada y agradecida les pido, no obstante, que no me vuelvan a enviar nada más que tenga que ver con las hijas de Zapatero. Me da igual si nos góticas o pijas, de extrema izquierda o del Opus Dei. Son dos crías, dos menores, en una edad tan difícil como la adolescencia, en la que ni siquiera puede juzgarse la labor educativa de sus padres, porque todos sabemos que es una época de transición, un limbo del que es muy difícil, si no imposible, saber cuál será el camino que realmente emprenderán con la madurez, cuál será esa personalidad que ahora buscan a tientas y con los trompicones que todos nos hemos dado cuando recorrimos ese oscuro pasillo de la pubertad.
Que tire la primera piedra la madre o padre que esté seguro de que sus hijos serán adolescentes modélicos; que conseguirán que se vistan con gusto y razonen con mesura; o que no se los llevaría a ver a Obama o a quien sea si ellos se lo piden, vayan como vayan vestidos. Yo, desde luego, reconozco que es muy probable que me las llevara a ver al Papa vestidas con minifalda.
Además, ¿desde cuándo el hábito hace al monje? Yo recuerdo haber parecido muy rara vistiendo una ropa hippy que ahora inspira a diseñadores de lo más "in" o "cool" o comoquiera que gusten de llamarse, así que estoy segura de que si alguno de ellos se empeña mañana en que nos vistamos de Drácula y cobran lo suficiente por tan siniestros atuendos, los que ahora más critican "las pintas" de esas dos chavalas correrán a afilarse los colmillos.
Pero es que incluso he visto críticas a esas chicas porque son más o menos feas, más o menos gordas o más o menos parecidas a su padre. Y, sinceramente, eso me parece de una crueldad intolerable... ¿Cómo serán los hijos de esas personas?, ¿de los que se burlan de sus compañeros de colegio porque llevan gafas o tienen pecas?
Es cierto que Zapatero es el único presidente que ha pedido ex profeso que no se publiquen fotos de sus hijas mientras sean menores de edad (eso desde el primer momento en el que llegó a la Presidencia), pero no creo que eso sea censura de ningún modo, sino una decisión respetable, que se atiene a la Ley de Protección de Menores y que suscribo totalmente como madre.
Al escribir la flor, la flor se hace
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En su nombre, permanece la flor. Digo rododendro o azalea y tengo su aroma
en las manos en el invierno. Si dijera *tu piel huele a azalea, *la casa
en...
Hace 1 día