jueves, 10 de marzo de 2022

¿Es Vox la extrema derecha?

 

Conozco gente que simpatiza con Vox y se define como de izquierda. Según los especialistas (Mudde, Falter, Shumann, Stanley, Eco…) hay muchas características que definen la extrema derecha, pero se pueden resumir en cinco: nacionalismo, racismo, xenofobia, anti democracia y un Estado fuerte. ¿Cumple Vox estas características? Vayamos a las fuentes –como decimos los periodistas-, es decir, el ideario aprobado y publicado por Vox (“Cien medidas para la España Viva”) y las declaraciones de sus líderes.

Las diez grandes medidas que propone Vox son: acabar con el Estado de las Autonomías, derogar la Ley de Memoria Histórica, endurecer las penas a cualquier persona u ONG que ayude a los inmigrantes, cerrar todas las mezquitas, levantar un muro en Ceuta y Melilla, suprimir de la Sanidad pública las operaciones de cambio de sexo y aborto; eliminar de la Sanidad gratuita a los inmigrantes ilegales; establecer la autorización de padres y madres para charlas que impliquen valores éticos y sexuales; derogar la Ley de Violencia de Género y sustituirla por otra de violencia intrafamiliar, eliminar las asociaciones feministas y acabar con las subvenciones a partidos y sindicatos. Añadiría, de su programa electoral, defender la soberanía nacional de cada Estado de la Unión Europea por encima de las leyes comunitarias.

Si vamos a las declaraciones, no terminaríamos nunca: “la invasión migratoria” (sólo si viene del Sur), “la traición de Cataluña”, “el revanchismo histórico”, “el Estado de las Autonomías se aleja del proyecto común de España”, los impuestos (¡claro!),“los okupas impulsados por los progres y podemitas”, la relación del aumento de la inmigración con el de “las violaciones en manada”, la “avalancha de violaciones fomentada por el feminismo al callarse las violaciones por parte de extranjeros”, “nuestras abuelas no pueden caminar por la calle sin que un delincuente, que mayoritariamente suele ser extranjero, le tire del bolso”, las feministas son “una amenaza a la vida” por su reivindicación del derecho de las mujeres a decir sobre sus cuerpos y “un colectivo que solo busca enriquecerse a través de causas inexistentes”. El colectivo LGTBI se basa en “ideologías totalitarias y anticientíficas”… Todo ello sustentado en, por una parte, noticias tendenciosas (como señalar el origen de los delincuentes sólo si son extranjeros) y un sinnúmero de bulos (como que los menores extranjeros no acompañados reciben 664 euros y cobran más que una viuda y un larguísimo etcétera que recomiendo contrastar en la web https://maldita.es/ o cualquier otra).


¿Cumple Vox las características de la extrema derecha? Pero, además, cumple al dedillo las del populismo:  importancia de lo mítico, líder carismático, culto a la tradición, reinvención del pasado para suscitar un sentimiento de nostalgia hacia los roles patriarcales, lenguaje bélico y emocional (la personificación de España, el lenguaje épico, la insistencia en las palabras miedo y enemigos…), utilización de las clases frustradas o descontentas para hacerles sentir humillados, pensamiento único, descrédito de la educación, ataque a las instituciones públicas para reemplazarlas por otras afines, exaltación de la nación; consideración de la cultura, el pensamiento crítico y la diversidad de pensamiento como un ataque a los valores tradicionales y, por el contrario, exaltación de lo rural como reserva de esos valores; infundir el miedo al diferente con un discurso de “Nosotros y Ellos”... Umberto Eco, el autor en el que me estoy basando aquí (muy recomendable, junto a otras, su obra “Cinco estudios morales”), señala que en este punto es importante identificar al Nosotros con la cultura del esfuerzo que permite progresar y al Ellos con vagos y pobres que sólo quieren vivir de las ayudas del Estado, de modo que se justifiquen las jerarquías sociales y el hecho de que las minorías estén en lo más bajo. Por último, habla de las teorías conspiratorias y la creencia de que existe un complot contra la patria.

Otro experto, Jason Stanley, en su estudio sobre el fascismo, añade, entre otras cosas, que las razas distintas  a la blanca, los homosexuales, los inmigrantes, los “cosmopolitas decadentes” o los que no practican la religión dominante, por su mera existencia, atentan contra el orden público. “En el proyecto fascista se combina la ansiedad que provoca la pérdida del estatus de los miembros de la verdadera nación con el miedo que despierta que se reconozca la igualdad de las minorías odiadas” Además, se hace uso del victimismo como fundamento para ahondar la desigualdad: “El fascismo manipula esta sensación de pérdida –que es auténtica- y la transforma en una queja victimista para justificar tanto las nuevas formas de opresión como las presentes o anteriores”.


Bueno, no voy a extenderme más, pero por si no queda probado que Vox es un partido de extrema derecha, populista y fascista, añado una tabla elaborada por la periodista Belén Sumba.

A mí no me cabe duda de que la nueva ultraderecha que ha surgido en el contexto de la crisis, con su exaltación de una identidad nacional supuestamente amenazada por el proceso de mundialización de la cultura y la economía, es una ideología que parte, como la vieja ultraderecha, de la frustración, el odio y la falta de ética, enriquecida en España con los fascistas todavía con el recuerdo de Franco y quienes buscan una nueva ideología a la que agarrarse que les plantee soluciones fáciles. Nueva o vieja, el efecto es el mismo: pudrir las mentes y el futuro.