Fresadora, chirrido, sierra,
espanto, tuberoso, brutal,
supura, trepana, amputa,
tubérculo, almorrana, rata,
regurgita, grasiento, pústula,
purulento, gálibo, estertor,
coprófago, agusana, sonda,
pudendo, escupitajo, raja,
gonorrea, hemorragia, costra,
estreñido, ágrafo, marrón.
Amor mío,
¡cuánto te echo de menos!
No voy mover una línea de mi mensaje enviado a la dirección estherbajo@terra.es el pasado 24 de marzo:
ResponderEliminar"Mi querida Esther: anoche salí a tomar algo con Roberto Peral y Nacho Fernández de Mata, y fue Roberto quien me dio la noticia; supongo que puedes imaginar cómo la recibí. No son momentos de muchas palabras, sino más bien de sentimientos, y puedes creer que te envío, te enviamos Mariló, Carolina, Ana y yo, un abrazo fraternal, sentido y lleno de cariño.
Que no te quepa duda que en nuestro caso la distancia en absoluto es el olvido. Os queremos."
Repito, mi querida Esther, puntos y comas de lo dicho. Esta mañana alguien me envía la carta publicada en El Correo de Burgos (ignoro si en más medios), sobre el dolor de las ausencias en la presentación del libro de José Luis. Fue Mariló quien, echando un vitazo al programa de la Feria del Libro, me preguntó si esa presentación tenía que ver con vosotros. La pena es que lo vio después de celebrado el acto, y mi final de curso, como tutor de una clase de 2º de Bachillerato, con la evaluación final en ciernes (fue el 31 de mayo), no me permitió tener tiempo para ferias, y ni reparé apenas en el programa. No estoy ausente, Esther, y te juro que no te reprocho ver mi nombre en tu carta, pero quiero que sepas que no estoy ausente. Y que esta mañana tu móvil, al menos el número que yo tengo, me deuelve dos pitidos y el sonido de un rumor a nada.
Creo que un comentario en este Club de Cabales, por el que me dejo caer de vez en cuando, no es la mejor forma de decir todo esto, pero parece que es la única que tengo.
Un beso enorme, Esther. De corazón.
Mi queridísimo Pablo, ya dije en esa carta que imaginaba un buen motivo para algunas o todas esas ausencias que tanto me pesaron. Me alegra un montón que tú lo tuvieras, aunque ¡cuánto me habría gustado volver a verte y, además, en ese contexto! Aunque llegue tarde -sin duda por culpa mía- ese abrazo fraternal es muy reconfortante. Mi correo es: esther.bajo@gmail.com y el teléfono del trabajo (el que utilizo más últimamente) es el 664326901. Pero también me ha gustado encontrarte aquí: sin duda, siempre formaste parte de los periodistas cabales; seguro que también eres un buen profesor. Hasta pronto, compañero del alma, compañero.
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