sábado, 8 de octubre de 2011

¡Esto es la guerra!

"Esto es una guerra y los ricos la vamos a ganar". Lo dijo Warren Buffet, el segundo hombre más rico del mundo; ligado a bancos, fondos de inversión y agencias de rating, es decir, puro Mercado... y un gran cínico que puede permitirse, incluso, decir la verdad. Esto es una guerra... o lo será. Pero los ricos no pueden librarla solos, necesitan a unos cuantos pobres a los que enviar a la batalla y, para eso, necesitan (como históricamente lo han necesitado) un chivo expiatorio con el que movilizarlos. Empezó siendo la tribu vecina, pero durante siglos el enemigo ha sido el que tiene una religión diferente y en el mundo occidental, los judíos han sido los chivos expiatorios favoritos. No sé qué papel jugarán éstos ahora, pero lo que tengo claro es que, actualmente, van ganándoles terreno los musulmanes, objeto preferido de la ultraderecha en los últimos años.

No hay ni un solo día en el que no reciba o encuentre, de un modo u otro, un nuevo artículo, chiste o rumor que no tenga a los musulmanes como protagonistas. Citaré, como ejemplo de rumor, una estupidez sobre que las inmigrantes de religión musulmana están cobrando dinero de un banco árabe por llevar el velo, y como artículo, uno, realmente espeluznante, de un tal Vivar, que viene a decir que "nos" equivocamos (él se hace y nos hace a los demás corresponsables) matando a millones de judíos en lugar de a los musulmanes.
Hitler llegó al poder con el 40 por ciento de los votos; el racismo, en España y muchos países europeos, llega ya hasta el 30 por ciento. Es vital que no caigamos en la trampa del racismo; es más, tenemos que ser inflexibles con él.
Y tenemos que unirnos, por muy lejos que estemos unos de otros, quienes estamos en el mismo bando. Porque sí, esto es una guerra, y no podemos permitir que la ganen ellos, los ricos, los Buffet, Godman Sachs o los Méndez (Caixa Galicia) del mundo.

2 comentarios:

  1. Siempre he detestado todo lo que implica la palabra "tolerancia". En occidente (desconozco lo que sucede en otras culturas), nos dicen que tenemos que ser tolerantes con los inmigrantes, con los gitanos, con los homosexuales... para hacernos asumir que hay un estado de normalidad y toda una serie de minorías que, pobres, debemos tolerar.
    Celebro la feliz sustitución de la "tolerancia cero" por el "inflexibles" de esta entrada. Pero no me satisface completamente. ¡Gracias Esther!

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  2. Tienes toda la razón, Diego. Además de que es una expresión retorcida y eufemística, eso de tolerancia cero (que no es otra cosa que intolerancia), no se trata de "tolerar" a los demás, sino de aceptar que tienen los mismos derechos y que su origen racial o nacional no les condiciona. Hay que tratar a las personas individualmente y no confundir personas y conceptos: la religión con el religioso, la nación con lo nacional, las ideas con el que las sustenta. En fin, que también detesto aplicar en esto el término tolerancia o, por el contrario, lo de tolerancia cero.

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