jueves, 3 de diciembre de 2009

Niñas

A todos mis queridos amigos, que tan al tanto me tienen de todo lo que se mueve en Internet, encantada y agradecida les pido, no obstante, que no me vuelvan a enviar nada más que tenga que ver con las hijas de Zapatero. Me da igual si nos góticas o pijas, de extrema izquierda o del Opus Dei. Son dos crías, dos menores, en una edad tan difícil como la adolescencia, en la que ni siquiera puede juzgarse la labor educativa de sus padres, porque todos sabemos que es una época de transición, un limbo del que es muy difícil, si no imposible, saber cuál será el camino que realmente emprenderán con la madurez, cuál será esa personalidad que ahora buscan a tientas y con los trompicones que todos nos hemos dado cuando recorrimos ese oscuro pasillo de la pubertad.
Que tire la primera piedra la madre o padre que esté seguro de que sus hijos serán adolescentes modélicos; que conseguirán que se vistan con gusto y razonen con mesura; o que no se los llevaría a ver a Obama o a quien sea si ellos se lo piden, vayan como vayan vestidos. Yo, desde luego, reconozco que es muy probable que me las llevara a ver al Papa vestidas con minifalda.
Además, ¿desde cuándo el hábito hace al monje? Yo recuerdo haber parecido muy rara vistiendo una ropa hippy que ahora inspira a diseñadores de lo más "in" o "cool" o comoquiera que gusten de llamarse, así que estoy segura de que si alguno de ellos se empeña mañana en que nos vistamos de Drácula y cobran lo suficiente por tan siniestros atuendos, los que ahora más critican "las pintas" de esas dos chavalas correrán a afilarse los colmillos.
Pero es que incluso he visto críticas a esas chicas porque son más o menos feas, más o menos gordas o más o menos parecidas a su padre. Y, sinceramente, eso me parece de una crueldad intolerable... ¿Cómo serán los hijos de esas personas?, ¿de los que se burlan de sus compañeros de colegio porque llevan gafas o tienen pecas?
Es cierto que Zapatero es el único presidente que ha pedido ex profeso que no se publiquen fotos de sus hijas mientras sean menores de edad (eso desde el primer momento en el que llegó a la Presidencia), pero no creo que eso sea censura de ningún modo, sino una decisión respetable, que se atiene a la Ley de Protección de Menores y que suscribo totalmente como madre.


12 comentarios:

  1. Tienes toda la razón Esther, ha sido vergonzoso ver como personas supuestamente maduras se metían con la forma de vestir de dos niñas, incluso como dices con su aspecto físico, es asqueroso y me gustaría ver esas personas en el día a día de sus casas dando ejemplo a sus hijos, qué pena tanta porquería.

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  2. Querida Esther: Estoy de acuerdo contigo, pero solo en parte. Creo que lo que la mayoría de las personas criticamos (al menos la mayoría de las personas con las que he hablado del tema) fue la escasa, por no decir nula, autoridad de Zapatero como padre para conseguir que sus hijas fuesen vestidas de una manera adecuada a una recepción oficial con el presidente de los Estados Unidos.
    Yo te puedo garantizar que si mi familia fuese invitada a visitar oficialmente al gran Dalai Lama y para ello fuese necesario que mis hijos fuesen vestidos de lagarteranas del Ampurdán, ¡vaya si van de lagarteranas! o eso, o se quedan en el hotel cascándosela.
    Pero incluso lo más probable es que Zapatero no tuviese nada que ver en el desaguisado y fuese el primero en quedarse de una pieza al ver aparecer a sus hijas en una recepción oficial urbi et orbi vestidas como para una fiesta de Halloween, porque se supone que para estos casos el presidente del Gobierno y su familia deben disponer de un servicio de protocolo y asesoría de imagen que les dice "la señóra de Obama va llevar un vestido amarillo; usted debe llevarlo verde" y cosas así, y que evidentemente no funcionó, ya que es este servicio, estas personas, las que deberían haberse encargado de que las señoritas Zapatero apareciesen ante el mundo representando a dos adolescentes medias españolas tirando a monas que no es tan difícil. Véase si no cómo aparece siempre la hija mayor de Obama que dan ganas de adoptarla para siempre jamás.
    Esto es, en suma, lo criticable del asunto, porque fuera de ahí, creo que a mí, como al resto de los ciudadanos, como si se la pica un pollo.

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  3. No no no..., eso es salirse por la tangente...
    ¿Que no se ha caído en la crítica fácil, y en la mofa más vergonzosa?
    Estimado Fernando, es la primera vez en todos estos meses que escucho los argumentos que tu expones y no al contrario como parece ser que te ha ocurrido a ti.
    A esas niñas las han insultado de una manera cruel y desproporcionada porque de esa manera se hacía daño a su padre y al gobierno.
    La falta de decoro que tu ves en el aspecto de las niñas o en su indumentaria, yo solo la he visto por lo indecoroso del comportamiento de algunos "opinadores" profesionales de este país, muy muy poco cabales.

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  4. No confundamos los términos, amigo "anónimo": una cosa es el docoro y otra lo oportuno. El traje de Charlie Rivel era absolutamente decoroso, pero que quiere que le diga: yo no me lo hubiera puesto para ir al entierro de mi abuela. Y no se me venga rasgando las vestiduras (nunca más al caso) porque sabe perfectamente de qué estoy hablando.

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  5. Mira Fernando, tan solo voy a darte un par de pinceladas para mostrarte en qué se convirtió el bochornoso espectáculo de la crítica a esas dos niñas:
    Vídeo de YOUTUBE titulado "Las hijas de Zapatero en todo su esplendor", que al día de hoy ha recibido 821.967 visitas.
    http://www.youtube.com/watch?v=LnVZdOtBDaU
    También puedes teclear el siguiente link. En este caso se trata de un montaje realizado por INTERECONOMÍA titulado "Las hijas de ZP en New York", que ha sido visitado nada más y nada menos que 225.270 veces
    http://www.youtube.com/watch?v=j3zJM_JgrxQ&feature=related
    También puedes consultar "Defecation, las hijas de Zapatero...", o quizás "Los mejores montajes sobre las hijas de zapatero", en total suman millones de visitas..., y solo hablamos de Internet.
    ¿Esa es la minoría que dices no haber percibido?
    ¿Entiendes que se trata de menores?
    ¿Entiendes que era una foto privada sobre la que ni tu ni yo tenemos derecho a opinar por la expresa decisión de sus padres?
    A raiz de la reflexión de Esther, he vuelto a hervir de indignación. No contéis milongas, fue una actuación deplorable, vergonzosa y ruin que no debes disculpar...

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  6. Lo que sí es seguro es que la próxima vez que Zapatero visite a Obama llevará una lección bien aprendida: Las niñas se quedarán en casa.

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  7. Hola Esther,
    Me gustaría saber tu opinión y la del restos de lectores del blog sobre el asunto Hermann Tertsch.

    Geacias

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  8. No veo la tele ni he leído nada al respecto, así que lo que poco que sé lo sé de oídas, pero mi impresión es que uno y otro "se pasaron", tanto mi aborrecido Tetsch como mi admirado Wyoming.

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  9. Esther, la diferencia reside en que Tetsch hablaba en serio y en un informativo dijo esa barbaridad y Wyoming utilizaba un programa de humor para hacer una crítica como siempre metiendo el dedo en la llaga, para mí nada que ver.
    Y lo mejor es que después de crucificar la Aguirre y demás derechona al Wyoming, resulta que el tal Tetsch tuvo un traspiés al meterse en una bronca yendo con una borrachera de mucho cuidado.
    Que derecha más torcida.

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  10. Querida Esther:

    Desde que leí la expresión, Club de Cabales, ando dándole vueltas al asunto. Me roe la curiosidad: ¿quién expide, o dónde se se expiden los carnés de cabalidad (con perdón). ¿No es demasiado pretencioso el título de Club de Cabales? Qué quieres que te diga, a mí me da pudor escribir a un club tan selecto. Si no lo fuera tanto, creo que ya habría participado en más ocasiones. Pero bueno, en fin, me gusta tu blog.
    En cuanto al temas de las hijas del señor Presidente, pienso que es, simplemente, una crueldad más de tantas como cometemos los humanos desde que tenemos cinco años años hasta llegamos a los noventa y cinco.

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  11. Sí que suena pretencioso, pero la condición de cabal no es sino una aspiración, no un hecho. Se trata de debatir cabalmente, no tanto de considerarse a si mismo cabal. De todos modos, reconozco que me he dejado llevar, sobre todo, por la sonoridad de la palabra y de la expresión. Me alegro de que te guste el blog y aún más de que participes.
    ¡Ah!, y tú sí que eres cabal, chaval, que te conozco.

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